quien cree en el destino

algunas sensaciones dejaron tus rastros

algunos silbidos
en la brisa de enero


tenues latidos y el amanecer por derrumbarse

la risa marcada por la violencia del dìa


algunas palabras flotando en burbujas

para niñas distraidas con un sueño en la piel

algùn llamado del destino nos cruza constante


talvez mañana


mientras

te conozco


desde ayer.

vanidades

toquè la piedra y rozaron mis dedos

cristales añicos

làgrimas negras borbotantes en mi piel gastada


en el paladar blanco, sabor amargo

de partida y no decir.


toquè la piedra y se deshizo en el viento

el aniversario rasgado

la vasija hecha polvo


polvo esparcido que me ahoga

imagen de mi pàlido rostro

quebrante vigilia.


inùtil vanidad

muerte sin resurrección

bastarán 2 días
para que regrese el alma a su morada
de fruta y miel

ardida de tanto fuego
de mar y sal.

bastarán 2 lunas
y un manto de pétalos de tierra
secará las llagas.

sangrará
quebrada mi piel de lluvia

lejos de mi ser
buscaré olvidarte
pronunciar por última vez tu companía

y no tendrás nombre.

bastarán 2 soles.
la tinta azul
que sabe mis versos

diluida en el espanto
flotará con aroma a rosas

no desearé tus besos
no desearé tu encanto

bastarán 2 suspiros
y el dolor de tus ojos
teñirá

dulce ambar
el aire que respira ausencia.

pero bastarán 2 sueños
y no serán suficientes.

arenas del recuerdo

nada de lo que imaginé
se asemeja a lo real
ni tus ojos
ni tu voz
ni esta presenciaausencia
que nos sostiene en el pasado.

el vidrio que refleja este instante
se quiebra en siete años
siete espejos
derrumban
mi sueño
mi estrategia.

mi único rumbo bifurca hoy mi vida
mis lazos se abren en palabras de tormenta.

sé que lloro
lágrimas de piedra
y mi memoria inestable
pronto te hará trizas.
piedras con signos
predicen

piedras que serán arenas definen los días.

oscuridad contagia seguridad

permanecer
a escondidas hoy.

luz infernal del lucero
violencia penetrante en grietas
caverna sólida maternal

continuar
titubeante de escapismo.

seguridad despierta necesidad

maldito el día que
descubrí en tu nombre encriptado
la estrella de mi destino.

maldito el día que
aprendí a leer en los signos rupestres
la predicción de tu compañía.

permaneceré.

en este sueño inmóvil
lejos de tu alcance
mientras me baste el aire oscuro
jamás seré iluminada por tu risa.

permaneceré aquí
mientras seas, fuera

conozco el lugar
donde quiebra mi identidad.

conozco el vértigo.

donde no estás

es comenzar.

sílabas acompasadas
de un respirar jadeante
aniquilado

el andar sereno y
la continuidad del día

donde el silencio se expande en la sonoridad agotada
un repetir normativo
de rituales interminables.

lo mismo da que sea lunes
si no voy a tener tus ojos

si voy a conformarme con desafiar a mi ego
y nuevamente,

quemar mis pupilas
en el brillo de un suspiro,
de una estela de perfume decorado.

si voy a compartir en soledad
una escena de artificio

porque no estás.

aquello que llaman esperanza

no será hoy el día que viva en mí.

es una noche igual
de escritura cansada
no son deseos
son instantes resueltos en líneas azules

líneas desprolijas quiebran la linealidad del tiempo
la fragilidad de la conciencia

desesperanza
repetida una y otra vez
hoy es una noche más
y el mismo cielo

la mirada elevada
las mismas luces, artificios
protejen del silencio oscuro
la muerte en vida

adivinar tu nombre en la estela de lo efímero
la provocación de la carencia

pero es una noche igual
una copa más
adolescer a tu lado
vivencia de luna compartida

sol ausente
donde brilla tu ego
a tu lado
rima y cadencia

hoy no será el día que viva en mí.

hoy,
letras vacías en cuadernos rotos.